Liquidity Mining

En las finanzas descentralizadas (DeFi, por sus siglas en inglés), existen tres pilares fundamentales: los contratos inteligentes, la liquidez y los usuarios que habitan el ecosistema. Si se quitara uno de la ecuación, no sería posible movimiento alguno. Es gracias al suministro de liquidez de los usuarios en los contratos inteligentes, que los intercambios pueden funcionar sin intermediarios. 

A diferencia del sistema financiero tradicional, donde los bancos e instituciones controlan y distribuyen todo el capital y, por consiguiente, manejan toda la liquidez del sistema, en DeFi estos roles los asumen directamente los usuarios.

El ecosistema DeFi funciona a través del suministro de liquidez de los usuarios, pero, ¿Qué sucede cuando este suministro resulta insuficiente?, o ¿De qué manera se promueve la participación de nuevos usuarios? 

Para aumentar la participación y el suministro de liquidez en los protocolos DeFi, surgió en el 2020 el término liquidity mining o minería de liquidez. Un mecanismo que recompensa a los usuarios por aportar liquidez a los protocolos descentralizados. Es decir, el liquidity mining es una estrategia de incentivos que busca atraer liquidez al ecosistema a través de recompensas adicionales en tokens nativos o de gobernanza.

Cuando los participantes depositan por un tiempo determinado sus criptoactivos, optan por recibir recompensas que varían según el producto, el par de tokens depositado y las condiciones de mercado. Por lo general, estos depósitos se realizan en piscinas de liquidez que funcionan bajo contratos inteligentes en plataformas como Uniswap, PancakeSwap, Raydium entre otras. El usuario recibe a cambio unos tokens LP (Liquidity Provider tokens), los cuales representan su participación proporcional dentro de la piscina de liquidez.

Estos tokens LP pueden ser utilizados y depositados en contratos de minería de liquidez, donde se generan recompensas adicionales en tokens nativos o de gobernanza. Es aquí donde aparece la estrategia del liquidity mining con los incentivos: el protocolo entrega tokens con la intención de atraer más capital, aumentar la liquidez disponible y el valor total bloqueado (TVL). De esta manera, el protocolo se vuelve más eficiente y competitivo, cuanta más liquidez más atractivo resulta. Por un lado se está generando rendimiento en la piscina de liquidez y, por el otro, recibiendo recompensas por haber suministrado liquidez al protocolo.

Por ello, es importante diferenciar el liquidity mining del yield farming y del staking. Son actividades que generan rendimiento, pero de formas completamente diferentes y con diferentes propósitos. El primero genera un rendimiento por haber suministrado tokens a un producto DeFi, sea una piscina de liquidez para intercambios o para préstamos. Acá el rendimiento aparece por las comisiones que se pagan para realizar las transacciones sin intermediarios. Mientras que el segundo produce un rendimiento por participar en el mecanismo de consenso de alguna red PoS, que tiene por objetivo procesar las transacciones que se ejecuten en la blockchain.

Análisis de riesgos

No obstante, esta lógica de incentivo no está exenta de riesgos. Siendo el más conocido el impermanent loss o pérdida no permanente. Este se produce cuando el valor de los activos depositados en la piscina varía significativamente entre sí, generando un desbalance que, en ciertas condiciones, puede hacer que el usuario reciba menos capital del que aportó originalmente, incluso con las recompensas obtenidas.

También se deben tener en cuenta los otros factores como la volatilidad del token de recompensa, los posibles fallos en los contratos inteligentes y, en casos extremos, prácticas maliciosas como los rugpulls, en las que los desarrolladores abandonan el proyecto llevándose los fondos de los proveedores. Por esta razón, antes de participar en la minería de liquidez, es fundamental entender y considerar todas estas cuestiones.

Otras prácticas de seguridad y manejo del riesgo incluyen revisar las auditorías de los contratos inteligentes, así como la cantidad de liquidez posee el protocolo. Si el token de recompensa es de gobernanza, revisar los tokenomics resulta fundamental para entender su distribución y qué tan líquido puede ser en el corto a mediano plazo.

Además, no todos los sistemas de liquidity mining están diseñados con los mismos criterios o propósitos. Lo que puede ser rentable por un lado, puede convertirse en pérdida por el otro. Un ejemplo puede ser que un protocolo desee recompensar a sus usuarios por la participación en el sistema, mientras que otro puede estar usando el incentivo como un mecanismo para atraer usuarios y liquidez, aumentando así su valor total bloqueado (TVL). 

Esto podría ser contraproducente en algunos casos, sobre todo cuando son proyectos nuevos que no tienen confianza o respaldo en el ecosistema. Aunque puede ser una buena estrategia para recolectar tokens de algún proyecto que posea buenos fundamentos y crecimiento a largo plazo.

Teniendo en cuenta estos desafíos, la minería de liquidez sigue siendo una de las herramientas de los protocolos DeFi para estimular su crecimiento y descentralización. A través de este mecanismo, muchos protocolos han logrado distribuir sus tokens de gobernanza entre una comunidad activa, incentivando de esta manera la participación y reduciendo la dependencia de capitales institucionales o ventas privadas.

La clave para participar en esta estrategia de forma responsable es entender que no todos los rendimientos son sostenibles y que la rentabilidad no siempre compensa el riesgo. Por ello, analizar los datos del protocolo y evaluar su contexto es fundamental para entender el propósito del mismo.

En definitiva, el liquidity mining no es una fórmula mágica para obtener rendimientos pasivos sino una estrategia que combina participación técnica, análisis de riesgo y compromiso con el ecosistema. Quien entienda sus fundamentos y aprenda a gestionar con criterio, encontrará en esta práctica una de las diferentes formas de generar rendimientos e involucrarse en las finanzas descentralizadas de una manera más directa.