Alvaro De María: "Cuando los Bancos Centrales entren en un nuevo ciclo de estímulo, Bitcoin volverá a posicionarse"
El CEO de BTC Consulting 360º y autor de “La filosofía de Bitcoin” conversó en exclusiva con LatamBlocks para expresar su visión sobre Bitcoin y su posicionamiento.

En un entorno macroeconómico global marcado por la incertidumbre, la inflación y los movimientos de los bancos centrales, el rol de Bitcoin en el ecosistema financiero ha sido objeto de constante debate. Para ampliar los detalles de este panorama, LatamBlocks entrevistó en exclusiva a Álvaro de María, CEO de BTC Consulting 360º y autor de “La filosofía de Bitcoin”. Para el autor del libro cripto la verdadera prueba para Bitcoin llegará en el próximo ciclo de crisis, donde su naturaleza incensurable y de oferta fija lo distinguirá de cualquier otro activo de riesgo.
El pulso de los bancos centrales y su impacto en Bitcoin
La primera parte de la conversación se centró en la influencia de las decisiones de los bancos centrales y la regulación en la liquidez de Bitcoin y en su percepción de riesgo. De María contextualizó la situación, señalando que “las decisiones de los bancos centrales son hoy el principal termómetro para la liquidez global”.
En un sistema financiero que se ha expandido a través de deuda pública y privada mantenida con tipos de interés históricamente bajos y una incesante expansión monetaria, cualquier movimiento drástico puede provocar un “efecto en cascada que lleve a impagos y pánico”. Es en este escenario donde Bitcoin, a pesar de su naturaleza descentralizada, no es inmune a los vaivenes macroeconómicos a corto plazo.
Sin embargo, De María estableció una distinción fundamental que separa a Bitcoin de las monedas fiduciarias tradicionales. "Hay una diferencia crucial: Bitcoin no es el pasivo de nadie", explicó. Mientras que el dólar estadounidense y el euro están directamente ligados a la política y la solvencia de un banco central, Bitcoin es un activo con una "oferta fija y transparente". Esta característica es, a su juicio, la que le otorga una ventaja competitiva a largo plazo.
En cuanto a la regulación, De María adoptó una visión matizada. Aunque, según opinión del asesor, las normativas pueden “entorpecer la adopción de bitcoin con todas sus propiedades” en el corto plazo, también tienen el efecto paradójico de “legitimar su uso a ojos institucionales”. Esta legitimación aumenta su percepción como un activo seguro a largo plazo. De María enfatizó la importancia de la educación en este contexto, recomendando encarecidamente a los usuarios que "hagan los deberes con Bitcoin y aprendan sobre autocustodia y privacidad", para no depender de terceros en la gestión de sus activos.
Volatilidad y correlación: Un activo en transición
El segundo punto abordado fue la correlación de Bitcoin con los activos de riesgo y los niveles de volatilidad que se pueden esperar. De María reconoció que Bitcoin aún presenta una “cierta correlación con activos de riesgo, especialmente en ciclos de contracción o expansión de liquidez”. Este fenómeno se debe, en gran parte, a que la mayoría de sus compradores, tanto institucionales como minoristas, todavía lo perciben como un activo especulativo en lugar de una reserva de valor. No obstante, De María cree que esta visión evolucionará gradualmente a medida que el mercado mejore su comprensión del activo.
En lo que respecta a la volatilidad, De María fue categórico: "Bitcoin es inherentemente volátil". A diferencia de los activos tradicionales, donde la oferta puede ajustarse para estabilizar los precios, la oferta fija de Bitcoin significa que "los cambios en la demanda solo se pueden ajustar vía precio". Cuando la demanda crece, el precio es el único mecanismo de ajuste, lo que genera movimientos bruscos. Esta característica, lejos de ser una debilidad, es una consecuencia directa de su diseño descentralizado y de su escasez programada.
La demanda institucional y el verdadero catalizador
Una de las preguntas más recurrentes en el mercado de Bitcoin es si la demanda institucional será el principal motor de un nuevo rally. De María afirmó que, si bien la entrada de capital institucional es un “catalizador, pero no el único”, su impacto va más allá del precio. “Aporta profundidad y estabilidad al mercado”, señaló. No obstante, el verdadero motor no será solo la búsqueda de diversificación por parte de los grandes actores, sino un factor mucho más fundamental: “la pérdida de confianza en la deuda soberana y en el sistema estatal”.
Aquí es donde se retoma la poderosa cita que titula este artículo. De María anticipa que "cuando los bancos centrales entren en un nuevo ciclo de estímulo tras la próxima crisis, Bitcoin volverá a posicionarse como el refugio que no pueden manipular". Esta afirmación se basa en la convicción de que las políticas monetarias expansivas, que buscan rescatar al sistema financiero a través de la devaluación de las monedas, eventualmente impulsarán a los inversores hacia un activo que no puede ser alterado.
Más allá de Bitcoin: Narrativas y la primacía de la propiedad absoluta
Finalmente, la conversación se dirigió a las nuevas narrativas del mercado, como los Layer 2 (capas 2) o los tokens de Inteligencia Artificial, y si estas podrían desviar capital de Bitcoin. De María minimizó su impacto a largo plazo, afirmando que "habrá narrativas de moda constantemente, algunas aportan innovación técnica, pero ninguna resuelve los problemas del doble gasto y de no depender de terceros que Bitcoin aborda".
Explicó que la mayoría de estos proyectos dependen de "equipos centrales, estructuras empresariales y modelos inflacionarios". En contraste, "Bitcoin es una propiedad absoluta que da certidumbre". Mientras que el resto son proyectos empresariales o, en algunos casos, estafas que deben ser analizadas individualmente. Concluyó que, aunque el capital puede rotar entre estas tendencias a corto plazo, aquellos que "buscan aparcar riqueza a largo plazo permanecerán en Bitcoin", reforzando su rol como el activo de reserva digital dominante.
El análisis de Álvaro de María ofrece una perspectiva que va más allá de las fluctuaciones diarias del mercado. Su visión es una advertencia sobre las vulnerabilidades del sistema financiero tradicional y una reafirmación de que las propiedades fundamentales de Bitcoin, especialmente su escasez y su resistencia a la manipulación, lo posicionan no solo como un activo de inversión, sino como un refugio potencial en tiempos de crisis. La conversación concluye con la certeza de que, aunque el camino es volátil, la adopción de Bitcoin continuará su marcha, impulsada por una combinación de legitimación institucional y la desconfianza cada vez mayor en el statu quo financiero.