Fiebre de los refugios: El oro toca máximos históricos y reconfigura el debate sobre Bitcoin

El oro y la plata suben sus precios en medio de una notable debilidad del dólar y el aumento de la desconfianza macroeconómica.

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Los metales preciosos tradicionales, encabezados por el oro, han comenzado un rally histórico, pulverizando récords y alcanzando la cota psicológica de los 4.000 dólares por onza troy en sus futuros, mientras la plata coquetea con niveles no vistos desde hace décadas, superando los 49 dólares por onza. Este frenesí en el mercado de metales no es un evento aislado; es la manifestación de una profunda desconfianza macroeconómica global que está redefiniendo las narrativas de inversión y, crucialmente, la correlación con el "oro digital", Bitcoin.

Gráfica del precio del oro/ Fuente: TradingView.

El oro se encuentra en un poderoso impulso alcista (Bullish Trend), habiendo roto al alza y mantenido su posición por encima de las principales medias móviles exponenciales. El precio actual de casi USD 3.886, al momento de la redacción de este artículo, es una confirmación de la fortaleza del activo como refugio seguro, Las EMAs de corto plazo (20 y 50) actúan como soportes dinámicos robustos, indicando que cualquier retroceso es probable que sea comprado rápidamente por el mercado.

Las tres aristas del fuego dorado: ¿Por qué sube el precio del oro?

La escalada del oro y la plata no puede atribuirse a un único factor, sino a una tormenta perfecta de tres fuerzas macroeconómicas interconectadas que impulsan a los inversores hacia activos tangibles y escasos:

Empecemos por mencionar en primer lugar a la huida de la moneda fiduciaria y la inflación persistente es el principal motor de esta subida es el deterioro continuo de la confianza en las monedas fiduciarias tradicionales, liderado por el dólar. La política monetaria expansiva, el gasto gubernamental masivo y los temores de una inflación estructuralmente alta están obligando a los inversores a buscar activos que actúen como verdaderas reservas de valor. 

Gráfica de índice del dólar / Fuente: Investing.

De hecho la política respecto a la evolución del dólar quedó plasmada en un documento elaborado por Stephen Miran, presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Trump, quien sostuvo que el principal desajuste de la economía estadounidense radica en un dólar crónicamente sobrevalorado. Según su análisis, el estatus del dólar como la moneda de reserva preferida a nivel mundial impulsa artificialmente su valor. Esta fortaleza constante del dólar perjudica directamente a la industria de Estados Unidos al hacer sus productos menos competitivos, lo que a su vez perpetúa un ciclo de déficits en la balanza comercial del país.

Por otra parte, el oro, con una historia milenaria como contrapeso a la devaluación de las divisas, se posiciona como el activo de refugio por excelencia. Este sentimiento es tan fuerte que figuras prominentes, como Peter Schiff, argumentan que el récord del oro es una prueba inequívoca de que "la política de la Fed es errónea".

Como segundo punto a mencionar hablemos sobre la incertidumbre Geopolítica y riesgo sistémico, donde el panorama geopolítico global, marcado por conflictos prolongados y tensiones comerciales, actúa como un poderoso catalizador. En tiempos de crisis e incertidumbre, los capitales buscan refugio en la seguridad que ofrece un activo que no depende de la promesa de ningún gobierno. 

La demanda de los Bancos Centrales, que han estado acumulando oro a tasas históricas, subraya esta búsqueda de diversificación y protección frente al riesgo sistémico. La plata, tradicionalmente un metal industrial además de refugio, se beneficia adicionalmente por su demanda en tecnologías verdes y renovables, pero su actual rally está fuertemente impulsado por el mismo temor macroeconómico que el oro.

Gráfica del precio de la plata / Fuente: TradingView. 

En tercer punto abordamos el sobrecalentamiento y sentimiento del mercado, una  arista puramente especulativa. Tras un ascenso prolongado (el oro ha subido más del 50% desde enero, superando los 4.000 dólares brevemente), los metales preciosos comienzan a mostrar señales de "sobrecalentamiento", según apuntan algunos analistas. Este momentum atrae a capitales tardíos, generando un círculo vicioso de compras. Sin embargo, precisamente este riesgo de corrección es lo que introduce la segunda parte clave de la ecuación: Bitcoin.

La influencia en Bitcoin ¿competencia o convergencia?

La relación entre el oro y Bitcoin es compleja y dinámica, oscilando entre la competencia y una correlación positiva. Históricamente, ambos activos han sido promocionados como coberturas contra la devaluación de las monedas fiduciarias, lo que a menudo ha llevado a que sus precios se muevan uno tras de otro, especialmente en periodos de inestabilidad económica.

El debate actual es si el capital, al detectar un posible techo o"sobrecalentamiento" en los metales preciosos, está comenzando a rotar hacia Bitcoin. Analistas de la comunidad cripto sugieren que los inversores institucionales, tras asegurar ganancias en el oro, buscarán el próximo activo de escasez con mayor potencial de crecimiento. Bitcoin, con su suministro matemáticamente limitado y su naturaleza descentralizada, encaja perfectamente en esta narrativa.

Los datos recientes han mostrado que la correlación entre Bitcoin y el oro ha vuelto a ser positiva, con BTC intentando seguir la trayectoria del metal precioso. Mientras el oro roza los USD 4.000, el precio de Bitcoin también ha alcanzado máximos significativos, llegando a superar los 125.000 dólares en los análisis recientes, un reflejo de que ambos se benefician de la misma dinámica de desconfianza en el dinero tradicional. La diferencia radica en la percepción: el oro es el refugio seguro de las finanzas tradicionales, y Bitcoin es la versión descentralizada. 

Gráfica de precio de Bitcoin / Fuente: CoinMarketCap. 

El factor que ha cimentado esta convergencia es la adopción institucional de Bitcoin, especialmente a través de los ETF al contado en EE. UU. Estos vehículos han democratizado el acceso a BTC, permitiendo que el capital tradicional, acostumbrado a invertir en ETFs de oro, fluya fácilmente hacia el activo digital. 

El crecimiento masivo de estos fondos cripto demuestra que Bitcoin ya no es una "frontera especulativa", sino un "activo estructural" que se integra en las carteras globales junto a los metales preciosos. De hecho, por primera vez, el número de inversores estadounidenses en Bitcoin ha superado a los que invierten en oro, señalando un cambio generacional y tecnológico en la preferencia de refugio.

Desafíos y perspectivas futuras

La situación actual plantea un desafío de doble filo para los inversores. Por un lado, la subida simultánea del oro y Bitcoin refuerza la tesis de que la escasez y la descentralización son los atributos más valorados en el actual clima macro. Por otro lado, la volatilidad y el posible salto de posiciones en metales preciosos podrían, a corto plazo, arrastrar al mercado cripto si la rotación se produce de forma abrupta.

La plata, que históricamente ha tardado más en reaccionar que el oro, podría tener un recorrido al alza adicional, dada su doble función como refugio y metal industrial, pero su movimiento seguirá siendo una sombra de la fuerza del oro y del momentum de Bitcoin.

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