Dogecoin en 2025: ¿El meme que se puede convertir en un activo institucional?
DOGE ha evolucionado más allá de su concepto inicial y ahora es necesario saber a donde puede apuntar.

Dogecoin (DOGE), a menudo percibida como una criptomoneda meme, ha logrado establecerse como un activo relevante en el mercado. Creada en 2013 por los desarrolladores Billy Markus y Jackson Palmer, surgió como una sátira de Bitcoin, utilizando el popular meme del perro Shiba Inu. Sin embargo, su trayectoria ha ido más allá de su propósito inicial, captando la atención de la comunidad de criptomonedas, especialmente en plataformas como X (anteriormente Twitter) y Reddit. Un ejemplo de su impacto social temprano fue su uso para recaudar fondos en apoyo al equipo olímpico de bobsleigh de Jamaica.
Fundamentos técnicos y modelo económico
A pesar de su origen humorístico, Dogecoin se basa en una tecnología de desarrollo sólida. Es una bifurcación de Litecoin (LTC), que a su vez es una bifurcación de Bitcoin (BTC). Esta herencia le permite beneficiarse de características como la seguridad, velocidad de transacción y un bajo costo en las tarifas de red.
El modelo económico de Dogecoin es inflacionario, con una emisión de aproximadamente 10,000 unidades por minuto. Este enfoque contrasta con el modelo deflacionario de Bitcoin, que tiene una oferta limitada de 21 millones de unidades. La inflación de DOGE está diseñada para incentivar su uso en transacciones de alto volumen y bajo costo, posicionándola como un medio para pagos y remesas.
Volatilidad y rol en el mercado
La principal característica de Dogecoin para los inversores es su alta volatilidad. Su precio ha demostrado ser particularmente sensible a los eventos mediáticos y al apoyo de figuras públicas, lo que lo convierte en un activo de inversión altamente especulativo. Este factor lo diferencia de activos con fundamentos económicos más sólidos y puede disuadir a inversores institucionales que buscan estabilidad.
A pesar de esto, Dogecoin se comporta cada vez más como un activo de acción anticipada en el ecosistema, con movimientos de precio que a menudo se correlacionan con los de Bitcoin y Ethereum y con los cambios en la liquidez global del mercado.
El Hito de los ETFs de Dogecoin
Un evento importante para la validación de Dogecoin fue la aprobación por la SEC del primer ETF de Dogecoin. Programado para ser lanzado el 18 de septiembre de 2025 bajo el símbolo DOJE, este instrumento financiero es gestionado por las firmas de inversión REX Shares y Osprey Funds. Este hito convierte a DOGE en la primera memecoin en tener un ETF, lo que ha generado un amplio debate sobre su valor y utilidad en el mercado, además de causar una subida del 4% en su cotización tras el anuncio.

Oportunidades en América Latina y desafíos futuros
Históricamente, DOGE se ha destacado por sus bajas comisiones y tiempos de confirmación rápidos en comparación con las transferencias bancarias tradicionales, lo que lo hace atractivo para remesas y micropagos. Su naturaleza social también favorece su uso en propinas a creadores de contenido, microdonaciones y recompensas, casos de uso que están en crecimiento en América Latina.
Sin embargo, para una adopción institucional masiva en la región, es necesario superar varios desafíos, como la resolución de fricciones regulatorias, la mejora de la liquidez y la usabilidad (UX), así como la capacidad de ofrecer conversiones automáticas a stablecoins o monedas fiduciarias para mitigar su volatilidad.
El principal desafío para Dogecoin sigue siendo su reputación como una moneda meme. A pesar de su desarrollo técnico y su adopción en casos de uso reales, la percepción de que su valor está impulsado principalmente por la especulación mediática, y no por sus fundamentos, persiste. Esto contrasta con el modelo deflacionario de Bitcoin y otras criptomonedas, que buscan preservar su valor a largo plazo.