Colombia propone nuevos impuestos al comercio de criptomonedas en reforma tributaria 2026
Desde el Ministerio de Hacienda quieren formalizar el sector digital desde el ángulo de la responsabilidad fiscal.

El Gobierno de Colombia, a través de su Ministro de Hacienda, Germán Ávila, presentó ante el Congreso un proyecto de ley para una reforma tributaria con el objetivo de optimizar la recaudación de impuestos en el país. Esta iniciativa busca obtener un estimado de 6.544 millones de dólares para el año 2026 y, por primera vez, incluye disposiciones específicas para la tributación de actividades económicas relacionadas con criptomonedas.
Aunque el proyecto aún no cuenta con el respaldo de los legisladores, su mera presentación marca un hito en la dirección del Estado colombiano hacia la modernización de su sistema fiscal. La propuesta no se centra únicamente en la recaudación, sino que también busca fortalecer el marco regulatorio para actividades digitales emergentes, como las apuestas en línea y la comercialización de bienes y servicios a través de criptoactivos. El objetivo es formalizar el sector digital, equilibrando la innovación con la responsabilidad fiscal.
El proyecto de ley establece que las transacciones de compra y venta de activos digitales estarán sujetas a impuestos, lo que permitirá a la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales) rastrear estas operaciones. Esta medida refleja un enfoque gubernamental proactivo para integrar nuevas tecnologías y sectores dentro del marco legal, promoviendo la transparencia y el control fiscal en una economía digital en constante crecimiento.
Impacto en el ecosistema cripto colombiano
La introducción de impuestos sobre criptomonedas podría generar efectos variados en la adopción y el uso de estos activos en el país. Por un lado, la carga fiscal adicional podría desalentar a algunos inversores individuales y empresas, lo que potencialmente reduciría el flujo de capital hacia el mercado. Sin embargo, la formalización y regulación de la industria también podría tener un efecto positivo al generar mayor confianza institucional. Las operaciones que se enmarcan en un sistema fiscal formal suelen ser percibidas como más seguras, lo que podría atraer a bancos, fondos de inversión y plataformas de intercambio a participar de manera más activa en el sector. Este enfoque regulatorio podría, en última instancia, fomentar una adopción más amplia y robusta de las criptomonedas a largo plazo en Colombia.