Tokens envueltos y sintéticos, ¿qué representan en el ecosistema cripto?

En la medida que su liquidez e importancia van creciendo en el mercado Web3, se hace indispensable conocer el origen y razón de este tipo de activos.

Bitcoin, como la primera criptomoneda, marcó un paradigma que dio paso a las finanzas descentralizadas. A pesar de ser el activo más valioso y descentralizado del ecosistema cripto, su participación directa en el universo DeFi (Decentralized Finance) está limitada.

 Esto se debe a su diseño y programación de Turing incompleta, los cuales se enfocan en la resistencia a la censura y seguridad, pero dificultan la implementación de contratos inteligentes y, con ello, su interoperabilidad con otras redes.

Sin embargo, esta limitación técnica no resulta ser un desafío en la actualidad. Con la llegada de Ethereum y los contratos inteligentes, nacieron dos propuestas para diversificar el uso de BTC en el ecosistema DeFi: por un lado, la acuñación del primer token envuelto conocido como Wrapped Bitcoin (wBTC), y, por el otro, la creación de un token sintético por el protocolo Synthetix, ambos para representar el valor de BTC en otras redes, como Ethereum, Avalanche, Solana, Sui, entre otras.

Es necesario conocer sus fundamentos de diseño y funcionamiento porque si bien no son Bitcoin, en su forma pura, representan su valor uno a uno (1:1). En el caso del token envuelto es necesario tener BTC y dejarlo bajo custodia en una bóveda de un CEX (Centralized Exchange) o DEX (Decentralized Exchange), que bloquea los tokens nativos mientras se obtiene una representación equivalente en otra blockchain diferente.

En cambio, el token sintético no necesita estar respaldado por un activo real, acá la representación de su valor se logra a través de la colateralización de otros activos, y depende de oráculos para mantener el precio. No es necesario custodiar BTC, sino replicar su valor mediante contratos inteligentes. Esto le permite a los usuarios acceder a la exposición del precio de Bitcoin sin necesidad de poseerlo.

A medida que evoluciona el ecosistema blockchain, resulta necesario que los usuarios de diferentes redes puedan acceder al valor de Bitcoin, sin los obstáculos técnicos que presenta en la red nativa. Por ello, los tokens envueltos y sintéticos abren la posibilidad de una mayor interoperabilidad y accesibilidad dentro del universo DeFi, permitiendo así mejorar la liquidez y abrir nuevas posibilidades de inversión.

De esta forma los usuarios pueden acceder a préstamos, dejando como garantía el token envuelto, y permitir el intercambio de Bitcoin en otras redes. Así como el uso del token sintético en los mercados de derivados.

Los tokens envueltos son más utilizados en protocolos donde la estabilidad y la liquidez son necesarias, aunque su principal vulnerabilidad radica en la dependencia de la contraparte. Los sintéticos, por su lado, ofrecen flexibilidad en los mercados de derivados, pero con mayor riesgo técnico, especialmente si tenemos en cuenta la volatilidad del colateral y los fallos que pueden presentar los oráculos.

Desde su concepción, el uso de representaciones de BTC dentro del ecosistema DeFi ha sido fundamental, ya que ha permitido la evolución y desarrollo de nuevas estrategias comerciales. Las redes y plataformas buscan incentivar a los usuarios para traer la liquidez de Bitcoin a sus territorios. De ahí la importancia de conocer los riesgos que conllevan estos tokens.

Es importante destacar, más allá de los riesgos, que poseer un token envuelto o sintético de BTC no representa una posesión directa del token de Bitcoin. Es decir, se posee una representación, como cuando se entrega oro en un banco y dan un papel que certifica el depósito. Se delega el activo para obtener una representación del mismo, se renuncia a la descentralización para que un tercero custodie el activo. Este, si se quiere ver así, puede ser el mayor riesgo ligado a estas propuestas.

Se puede comparar al token envuelto, por su funcionamiento, con el ETF (Exchange Traded Fund) al contado de las finanzas tradicionales. Los fondos de inversión que ofrecen esta opción, deben custodiar al activo subyacente, es decir, respaldar 1:1 cada Bitcoin que tienen en custodia. A diferencia de este, el ETF de futuros no necesita custodiar el activo, sino replicar su valor en contratos futuros. No necesita la posesión directa de Bitcoin.

En definitiva, los tokens envueltos y sintéticos de Bitcoin representan soluciones innovadoras para integrar un activo limitado en funcionalidad, dentro del universo programable de las finanzas descentralizadas. 

Aunque su adopción implica ceder en algunos principios fundamentales, como la custodia directa y su descentralización, estos mecanismos han permitido expandir el uso y valor de BTC en múltiples redes y protocolos. Comprender sus funciones, beneficios y limitaciones no solo es necesario para evaluar su conveniencia. sino también para entender su papel en la evolución de la infraestructura financiera de la blockchain.

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