Paraguay se convierte en el 4to país que más aporta a la red de minería de Bitcoin
Con más de 40 EH/s de aportación a la red, se posiciona como el país que más aporta desde Latinoamérica.
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Un reciente informe trimestral emitido por Hashrate Index posiciona a Paraguay como el cuarto país a nivel global en términos de actividad de minería de Bitcoin, asegurando el liderazgo en Latinoamérica y la segunda posición en el continente americano. Este posicionamiento es notable en un contexto donde Estados Unidos mantiene la hegemonía global con una participación del 37,8% en el hashrate mundial, lo que equivale a 389 EH/s.
Participación global y fundamento regulatorio
Paraguay registra una participación global del 3,9%, equivalente a aproximadamente 40 EH/s. Este ascenso no es fortuito, sino el resultado directo de una implementación sostenida de políticas regulatorias iniciadas en 2021 que han incentivado la inversión extranjera en la práctica de la minería de criptoactivos dentro del territorio.

Impacto de la inversión en la economía local
La actividad minera en Paraguay está siendo impulsada por empresas líderes, como HIVE Digital Technologies, la cual ha realizado una inversión en el país que asciende a cerca de 56 millones de dólares. Estas inversiones tienen implicaciones positivas directas en la infraestructura del sistema eléctrico nacional y fomentan el desarrollo de una economía periférica asociada a la tecnología blockchain.
Durante la fase inicial del proyecto de HIVE Digital Technologies en 2025, se estima que la producción de Bitcoin alcanzó los 108 BTC. Las proyecciones indican que, para el cierre del mismo año, la generación de ingresos podría aproximarse a los 400.000 dólares por megavatio (MW). Este rendimiento no solo impulsa el sector energético, sino que también establece un precedente favorable que atrae a otras corporaciones mineras a invertir en el país sudamericano.
Transición de subsidios y rentabilidad
Históricamente, el otorgamiento de subsidios en el precio de la energía eléctrica sirvió como incentivo inicial para atraer a las empresas mineras internacionales. No obstante, el Estado ha iniciado una transición progresiva, reduciendo gradualmente estos beneficios a medida que se implementan marcos regulatorios estables para garantizar la equidad sin comprometer la inversión.
Para el año 2025, los subsidios energéticos se han ajustado para representar entre el 4% y el 5% de las ganancias totales generadas por la actividad minera. Esta cifra contrasta significativamente con el año 2024, cuando la tasa de subsidio se situaba entre el 14% y el 16% de las ganancias mensuales. La reducción de estas tasas en 2025 proyecta un aumento en el margen de ganancia de las empresas del sector, estimado en un 28% en comparación con el periodo anterior, demostrando que la rentabilidad del sector puede sostenerse con una dependencia menor de los incentivos estatales.