Matías Mathey: El DCA como antídoto frente a la volatilidad de Bitcoin en la recta final del año 2025
El experto en autocustodia de BTC explicó en exclusiva sobre que se podía hacer ante las variaciones actuales del cripto-mercado.

En los últimos días hemos visto una corrección en el mercado de criptoactivos que llevó el precio de bitcoin a experimentar un ajuste desde los USD 92.000 hasta los USD 86.000 dólares en un periodo de siete días, según los datos publicados por CoinMarketCap. Frente a esto, surge nuevamente el debate sobre la efectividad de las estrategias de acumulación programada y si es buen momento para empezar a invertir.
Matías Mathey, especialista en autocustodia de Bitcoin, conversó en exclusiva con el equipo de LatamBlocks y analizó la relevancia del Dollar Cost Averaging (DCA) en contextos de incertidumbre y cómo esta metodología trasciende las fluctuaciones de corto plazo para centrarse en fundamentos técnicos y monetarios.

El DCA depende del “momento correcto”
Para Mathey, la validez de un plan de compras recurrentes no debe estar sujeta a las variaciones del mercado, sino a la comprensión del activo que se está adquiriendo. Según el experto, interpretar una caída de precio como el único detonante para actuar es un error de enfoque.
“El DCA depende del “momento correcto”. El DCA no se activa cuando el precio baja, se activa cuando entendés qué activo estás acumulando. Una caída de 6–7% en Bitcoin en una semana no es un evento, es ruido estadístico dentro de un activo con alta volatilidad estructural. Si una variación así invalida un plan, entonces no había plan, había expectativa de timing”, sostuvo Mathey.
Bajo esta premisa, la estrategia de promediar el costo de adquisición tiene como objetivo principal mitigar la influencia de las emociones en la toma de decisiones financieras. El especialista enfatiza que esta herramienta no busca predecir el comportamiento del mercado, sino establecer un marco de acción constante.
“El DCA no busca optimizar el precio de entrada, sino reducir el riesgo de tomar malas decisiones humanas: miedo, euforia, parálisis. Iniciar un DCA después de una caída no es “comprar barato”, es aceptar que no sabés qué va a pasar mañana, pero decides actuar con disciplina. Para un bitcoiner, el “buen momento” no lo define el precio de una temporalidad, sino la convicción de que Bitcoin continúa siendo un sistema monetario escaso, verificable, no confiscable”, aseveró el también speaker para la ONG Bitcoin Argentina.
La Trampa del fondo y la inacción del inversor
Uno de los desafíos recurrentes para los participantes del mercado es la tentación de interrumpir los planes programados con la esperanza de identificar el punto más bajo de una corrección. Mathey advierte que intentar sincronizar la entrada perfecta suele derivar en una parálisis operativa que resulta contraproducente a largo plazo.
“Esta es una de las trampas mentales más comunes, incluso entre inversores sofisticados: creer que el fondo es visible en tiempo real. El fondo solo se identifica en retrospectiva. En el momento, siempre parece que “puede caer un poco más”. Y ese “un poco más” suele convertirse en meses de inacción. El resultado histórico es claro: La mayoría de las personas no se equivoca por comprar caro, sino por no comprar nunca”, señaló el Mathey.
La distinción entre una apuesta direccional y un plan de acumulación estructural es fundamental para comprender la recompensa que ofrece el protocolo a quienes mantienen la constancia. Mathey puntualiza que intentar superar la información del mercado es un error estratégico recurrente.
“Desde una mirada bitcoiner, intentar aprovechar el fondo implica dos errores: Asumir superioridad informativa frente al mercado y convertir un plan de acumulación en una apuesta direccional. El DCA existe justamente porque el fondo no es una variable confiable, pero el tiempo sí. Al comprar de forma periódica, aceptás que habrá compras malas + buenas, y que el promedio es lo único controlable. Esperar el fondo es una decisión activa. El DCA es una decisión estructural. Bitcoin recompensa estructuras, no impulsos”, sentenció el especialista en autocustodia de Bitcoin.
Precio vs valor
La gestión de las expectativas y la interpretación de los datos de mercado son factores determinantes para mantener la confianza en un sistema automatizado cuando los indicadores de precio muestran una tendencia a la baja. Mathey propone un cambio en la unidad de medida del éxito de la inversión, desplazando el foco del valor en moneda fiduciaria hacia la acumulación de unidades de la red. En sus palabras: "Primero, un cambio clave de marco mental: CoinMarketCap mide precio, no su valor relativo al tiempo. Desde una mirada bitcoiner, el DCA no se evalúa en dólares diarios, sino en: sats acumulados. Cuando el precio baja, el DCA no está fallando: está haciendo exactamente lo que debe hacer. Está comprando más unidades con el mismo plan determinado”.
Finalmente, la resiliencia en el ecosistema Bitcoin se fundamenta en la invariabilidad de sus reglas y no en el rendimiento de una compra aislada. Mathey concluyó en su entrevista que la volatilidad es una característica intrínseca del proceso de soberanía financiera y que el DCA actúa como un escudo ante la vulnerabilidad psicológica del inversor: “Un bitcoiner no confía porque el precio sube. Confía porque el sistema funciona, su emisión es determinada, sus bases, sus condiciones no cambian, su posición en la red crece con cada compra automática. El DCA no es un plan para obtener un rendimiento sobre una compra puntual. No elimina la volatilidad, elimina el error humano. Y en Bitcoin, sobrevivir es mucho más importante que acertar”.