Los 86.000 dólares, el número clave que determinará el futuro del precio de Bitcoin

En las últimas horas, Bitcoin ha logrado recuperar la zona de los 90.000 dólares por unidad, luego de haber sufrido el primer día de diciembre una caída que superaba el 7% de su valor. Y es que, en cuestión del transcurso de una jornada, Bitcoin llegó a cotizar por debajo de los 84.000 dólares y se posicionó justo por debajo de una métrica on-chain fundamental que ha servido históricamente para delimitar las fases alcistas y bajistas en su evolución de precios. 

Esta métrica, conocida como el precio realizado de direcciones altamente activas, se sitúa en 86.574 dólares y representa el costo promedio de adquisición para aquellas wallets que ejecutan más de cien transacciones al mes. Según explicaciones de analistas del ecosistema, este se trata de un grupo de participantes sofisticados que juegan un rol pivotal en la determinación de la acción del precio a corto plazo mediante su estatus de rentabilidad, ya que sus decisiones de compra o venta responden directamente a si sus posiciones están en ganancias o pérdidas, influyendo así en la dinámica general del mercado.

El rango comprendido entre los 86.000 y los 88.000 dólares ha emergido como el soporte más crítico para Bitcoin en los últimos tiempos, habiendo resistido un total de sesenta pruebas durante los meses recientes sin ceder terreno, lo que otorga a cualquier potencial violación de este nivel una significancia particular en términos de análisis técnico y de mercado. 

Operar por encima de esta barrera indica una disminución en la presión de venta, permitiendo que los traders activos mantengan posiciones rentables y contribuyendo a una mayor estabilidad, mientras que los patrones históricos subrayan diferencias comportamentales marcadas entre periodos de fortaleza y debilidad, con Bitcoin habiendo pasado el 97,8% de los días por encima de esta métrica en los últimos doce meses. Esto es un indicador de momentum sostenido donde estos participantes sofisticados optaron predominantemente por la acumulación en lugar de la liquidación.

La ruptura de primero de diciembre representa la primera prueba seria de esta métrica en un período prolongado, y las experiencias previas ofrecen valiosas pistas sobre las posibles implicaciones bajistas, como las observadas en septiembre de 2024, cuando Bitcoin permaneció veintidós días por debajo del umbral y experimentó una caída del 10,5%, o en agosto del mismo año, con catorce días en territorio negativo que resultaron en un declive del 4,7%, escenarios que ilustran cómo las rupturas sostenidas pueden desencadenar ventas en cascada al forzar liquidaciones de posiciones que quedan bajo agua, exacerbando la volatilidad y profundizando las correcciones en el mercado.

En caso de perder el piso de los 86.000 dólares, típicamente se materializa una corrección en tres etapas bien definidas, comenzando con una venta inicial que impulsa el precio hacia el rango de 80.000 a 82.000 dólares a medida que se activan órdenes de stop-loss, seguida de una debilidad continuada que apunta a los 75.000 a 77.000 dólares, y culminando en una capitulación total que podría llevarlo hasta los 70.000 a 72.000 dólares, representando correcciones del orden del 18 al 20 por ciento que reflejan el impacto acumulativo de la presión vendedora y las liquidaciones forzadas entre los inversores más activos.