Itaú, el gigante bancario de Brasil, recomienda asignar hasta un 3% de los portafolios a Bitcoin
Según la institución, la ausencia del activo en las inversiones representa un riesgo a largo plazo.

El banco brasileño Itaú, una de las instituciones financieras más reconocidas de Brasil, ha consolidado un cambio de perspectiva respecto a Bitcoin. En sus informes más recientes, la entidad sugiere que la ausencia de activos digitales en un portafolio de inversión o patrimonio podría representar un riesgo para la salud financiera a largo plazo. La recomendación técnica del banco propone que los clientes mantengan una exposición controlada en Bitcoin de entre el 1% y el 3% de su capital total.
Esta recomendación se proyecta con especial énfasis hacia el año 2026. Aunque el planteamiento es audaz dentro del sector bancario tradicional, se fundamenta en un análisis de los ciclos de mercado. Para dicho periodo, diversos analistas institucionales prevén una fase de corrección tras las tendencias alcistas registradas en 2025, lo que podría representar puntos de entrada o consolidación estratégicos.
El principio del equilibrio en el portafolio
La sugerencia de mantener entre un 1% y un 3% del capital en Bitcoin responde a una búsqueda deliberada de equilibrio basada en tres pilares fundamentales que garantizan una gestión prudente del riesgo. En primer lugar, la mitigación de la volatilidad se logra al limitar la exposición a este porcentaje específico, permitiendo que el inversor reduzca el impacto directo de las fluctuaciones características del activo y lo utilice más como un resguardo de valor que como un factor de riesgo sistémico para su patrimonio global.
Asimismo, esta relación entre riesgo y retorno facilita la captura del potencial de apreciación de Bitcoin sin comprometer la integridad de la cartera en caso de que se presente una corrección severa del mercado. Finalmente, Itaú promueve que Bitcoin sea tratado estrictamente como un componente diversificador y complementario, alejándose de la narrativa de la especulación de alto riesgo y posicionándolo como una pieza legítima del rompecabezas financiero moderno.
Este posicionamiento de Itaú ha captado la atención en los mercados de Wall Street, no solo por el respaldo al activo en sí, sino por la confianza que proyecta sobre Brasil como un polo de innovación financiera en economías emergentes. Este movimiento institucional podría incentivar un mayor interés de inversores extranjeros hacia el cono sur, fortaleciendo la infraestructura del mercado regional.
Estrategia de implementación y custodia
Itaú complementa su análisis con directrices claras sobre cómo ejecutar esta exposición de manera profesional, alejándose de las prácticas informales que suelen caracterizar al sector minorista. La institución desaconseja enfáticamente el intento de predecir los techos o fondos exactos del mercado, práctica conocida como Market Timing. En su lugar, promueve el Dollar Cost Averaging, una estrategia consistente en realizar compras recurrentes y disciplinadas para promediar el costo de adquisición a través del tiempo.
Por otra parte, el banco incentiva el uso de instrumentos financieros que operen bajo el estricto marco normativo de la bolsa brasileña, como es el caso del ETF BITI11. Este enfoque garantiza que la exposición del cliente cuente con los beneficios de la custodia institucional y la seguridad jurídica necesaria para grandes patrimonios. La postura de Itaú marca así una transición fundamental que va desde debatir la legitimidad de Bitcoin hasta dictaminar su peso óptimo en una cartera moderna, convirtiendo este rango del 1% al 3% en un sello de validación para América Latina.