Estrategia de inversión de JPMorgan prioriza a Bitcoin sobre Ethereum en sus asignaciones de ETF
Desde el banco de inversión poseen apenas 66 acciones del iShares Ethereum Trust (ETHA) de BlackRock.
En el cierre del tercer trimestre de 2025, el gigante bancario global JPMorgan demostró un cambio de enfoque significativo en su exposición a activos digitales. Esta revisión estratégica se ha materializado en un incremento sustancial en su participación en los Fondos Cotizados en Bolsa (ETF) de Bitcoin, una decisión que ha generado un contraste directo y notable con su postura hacia Ethereum (ETH).
La apuesta de convicción por Bitcoin
La inyección de cientos de millones de dólares por parte de JPMorgan Chase en el iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock no responde a una especulación superficial, sino que se alinea con una acción estratégica respaldada por análisis fundamentales internos.
Este compromiso de capital masivo se justifica por una perspectiva de precio altamente optimista: expertos internos de la firma han proyectado que Bitcoin podría alcanzar la cifra de 170.000 dólares por unidad para mediados del año 2026. Al aumentar su exposición en IBIT en un 64%, el banco valida a Bitcoin no solo como un activo negociable, sino como un vehículo de inversión con potencial de apreciación a largo plazo que merece una asignación estratégica de capital.
Ethereum: Una asignación marginal y señales de cautela
En marcada contraposición, la participación de JPMorgan en el iShares Ethereum Trust (ETHA) de BlackRock se ha mantenido en niveles marginales. Los informes detallan que esta tenencia se limita a aproximadamente 66 acciones, cuyo valor agregado apenas supera los 1700 dólares.
La escasa inversión en ETHA no debe interpretarse como un desinterés total en Ethereum, sino como una señal institucional de cautela. Si bien el banco ofrece servicios relacionados con Bitcoin a sus clientes, la ausencia de una inversión comparable en ETHA sugiere que, a nivel de Tesorería o asignación de capital estratégico, JPMorgan no percibe en Ethereum una proyección de precio o una claridad regulatoria suficiente en el corto plazo que amerite un compromiso de capital de la magnitud asignada a Bitcoin. La posición en ETHA parece ser, por ahora, meramente exploratoria o residual.
Implicaciones para el ecosistema institucional
Esta disparidad en la asignación de capital por parte de una institución de la talla de JPMorgan genera interrogantes entre otros inversores y en el sistema financiero tradicional.
El mensaje que se envía es claro: la decisión de validar a Bitcoin con una exposición multimillonaria mientras se mantiene una posición nominal en Ethereum, establece a BTC como el único activo digital que la institución está dispuesta a respaldar con capital significativo en este momento. Este diferencial de convicción sugiere que la percepción de riesgo, liquidez y madurez regulatoria es notablemente superior para Bitcoin que para Ethereum, influenciando potencialmente las decisiones de asignación de capital de otras grandes entidades financieras.
