El mercado de Ethereum se prepara para una tendencia alcista de precio

Ether, la criptomoneda de Ethereum, se mantiene cotizando en los 3.000 dólares por unidad; un nivel de precio que ha generado expectativas positivas entre los traders que ven al mercado de Ethereum capaz de concretar movimientos alcistas importantes. En este contexto, el mercado de derivados de Ethereum también está enviando una señal clara que no pasa desapercibida. 

Según datos actualizados de CryptoQuant, el ratio de futuros-spot de ETH en Binance ha escalado bruscamente desde un rango medio de 5 hasta 6,84 —su lectura más alta en lo que va del cuarto trimestre 2025—. Esta métrica en constante ascenso refleja que el interés especulativo está expandiéndose a un ritmo mucho más rápido que la participación en el mercado spot, lo que lleva a los operadores a preferir de manera creciente la exposición apalancada frente a la acumulación directa del activo. 

Tal comportamiento, según los observadores, suele aparecer cuando el mercado anticipa movimientos de precio más intensos a corto plazo y una posible aceleración de la tendencia, ya sea al alza o con episodios de alta volatilidad.

ETH se distancia claramente de Bitcoin y Solana en apetito por derivados

Dentro del conjunto de grandes criptoactivos, Ethereum se ha posicionado como el líder indiscutible en actividad de futuros. Mientras Bitcoin oscila en ratios estables entre 3,5 y 4,5 y Solana se mantiene cerca de 4,3, ETH ha abierto una brecha significativa que sigue ampliándose. 

Esta divergencia pone de manifiesto un desequilibrio creciente: los traders están optando por exposición direccional más agresiva en Ethereum que en cualquier otro activo de gran capitalización. Al mismo tiempo, los datos on-chain de Binance revelan que en las últimas dos semanas el open interest de Bitcoin ha caído de forma pronunciada, mientras que el de Ether apenas ha retrocedido un 0,47 % promedio diario y se ha mantenido relativamente estable. 

El mensaje implícito es una rotación de capital de riesgo desde la tendencia alcista consolidada de BTC hacia lo que el mercado percibe como una oportunidad de mayor venta en Ethereum. Parte de esta expectativa puede estar relacionada con desarrollos propios de la red Ethereum. Recientemente, se ha elevado el límite de gas por bloque hasta los 60 millones, un movimiento que incrementa la capacidad de la red de forma notable justo antes de la llegada de la actualización Fusaka. 

Este tipo de mejoras técnicas suele ser interpretado por los operadores de derivados como un potencial catalizador que podría traducirse en mayor actividad y, en consecuencia, en mayor volatilidad de precio.

Flujos mixtos: otra de las razones que podría beneficiar el precio de ETH

Además del comportamiento del mercado de derivados, existen otros datos que demuestran un comportamiento alineado con movimientos alcistas. Por ejemplo, los ETF de Ethereum registraron por primera vez en casi dos semanas una entrada significativa de 96,6 millones de dólares, liderada por los 92 millones aportados por el producto de BlackRock (ETHA).

Este cambio de tendencia en los flujos institucionales coincide con una mejoría general de las métricas de liquidez en activos de riesgo. A pesar de ello, siguen habiendo ciertas métricas que nos indican que la presión alcista puede tardar en consolidarse, porque a su vez Coinglass reportó 57 millones de dólares en salidas netas de exchanges, prolongando una racha de varias semanas de venta que mantiene contenida la fuerza de los intentos alcistas.

Este panorama señala que Ethereum seguirá atado a su tendencia técnica bajista dominante hasta que los compradores consigan recuperar y consolidar niveles superiores clave. Una configuración que se podría dar si Bitcoin vuelve a repuntar al alza y se dispone de un contexto favorecedor a nivel macroeconómico, principalmente con el recorte de las tasas de interés que se espera ocurra entre el 9 y el 10 de diciembre. 

¿Entonces, cuál precio podemos esperar para ETH?

Tras superar esta semana la barrera psicológica de los 3.000 dólares, el debate sobre el próximo movimiento de Ethereum se ha intensificado. El trader Scient sostiene que la estructura actual de ETH está rindiendo mejor que la de Bitcoin, destacando un soporte reforzado en gráfico de 4 horas en torno a los 2.800 dólares que podría actuar como imán para compradores en caso de retesteo. 

En la vereda opuesta, Ken, analista de Lab Trading, mantiene una visión bajista de corto plazo al observar el rechazo repetido de la EMA-100 de 4 horas durante todo noviembre y advierte que, sin la conversión definitiva de los 3.000 dólares en soporte, persiste el riesgo de una nueva extensión bajista.

Kingpin Crypto, por su parte, interpreta el actual “bajón de acción de gracias” como un posible trampolín, apoyándose en la reacción del precio desde el retroceso del rally iniciado en 2025 y en la confluencia de múltiples soportes de marcos temporales superiores. En el mismo sentido, durante su aparición en el podcast Coinbureau, el analista Lee reconoció la posibilidad de una caída hacia los 2.500 dólares, pero la enmarcó como un movimiento menor dentro de lo que describió como una potencial configuración de “super cycle”, alineada con períodos históricos de correcciones agresivas en el cuarto trimestre.

Y es que, aunque los compradores defendieron con éxito la zona de 2.850 dólares —nivel que ha funcionado como pivote clave desde principios de verano—, la estructura de más largo plazo sigue siendo bajista. El precio permanece por debajo de la línea de tendencia descendente que conecta el máximo histórico cercano a los 4.800 dólares, y cada intento de recuperación desde septiembre ha encontrado rechazo en esa resistencia dinámica. Indicadores como el Supertrend, que permanece en rojo cerca de los 3.434 dólares, y el Parabolic SAR, con puntos por encima del precio, continúan reforzando el sesgo bajista dominante.

En resumen, el mercado de Ethereum atraviesa un momento de elevada convicción en derivados, rotación de riesgo desde Bitcoin y expectativas crecientes por catalizadores propios del ecosistema, todo ello mientras el precio busca definir su dirección definitiva en medio de una estructura técnica que, por ahora, mantiene el control bajista de mayor grado.