El crecimiento de las stablecoins impulsa la adopción cripto en Latinoamérica
En medio del crecimiento de las stablecoins en la región, emergen propuestas como PXO en México para dar respuestas dentro del contexto regional.
La integración de las criptomonedas en la vida cotidiana de América Latina alcanzó una nueva fase, marcada por la consolidación de las stablecoins. Estos activos digitales, vinculados a monedas fiduciarias fuertes como el dólar estadounidense, están trascendiendo su uso inicial de nicho para convertirse en una función bancaria esencial, según un análisis de Galileo Financial Technologies publicado el pasado 3 de diciembre. La región se destaca como líder mundial en adopción cripto, una tendencia que está siendo impulsada tanto por necesidades de la población como por una creciente validación institucional.
La dimensión de la adopción cripto en la región
La tenencia de stablecoins en América Latina ha alcanzado niveles significativos. Un informe de Coinchange de 2025, citado por Galileo, reveló que un estimado del 12.1% de la población latinoamericana, equivalente a 57.7 millones de personas, ya posee criptomonedas. Dentro de este universo de activos, las stablecoins han tomado un papel protagónico. Por otra parte, el informe “Panorama Cripto en América Latina” de Bitso indicó que estas stablecoin representan actualmente el 39% de todas las compras de criptomonedas realizadas en la plataforma. Esta preponderancia subraya que el interés principal del usuario latinoamericano se centra en la estabilidad del valor, más que en la especulación de precios.
La raíz económica de la preferencia por stablecoins
La explicación fundamental de este fenómeno no es meramente tecnológica, sino profundamente económica. Los consumidores latinoamericanos adoptaron estos instrumentos no por afán de especulación, sino por necesidad de supervivencia financiera. En muchas economías de la región, la alta inflación y la devaluación constante de las monedas locales han generado una pérdida crónica del poder adquisitivo. Las stablecoins, al estar ancladas al dólar (o a otro activo estable), se utilizan como una reserva de valor confiable que permite a las personas proteger sus ahorros de la depreciación.
Además del ahorro, el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos ha identificado que estos activos son clave para la eficiencia en los pagos, ofreciendo una vía más rápida y con mejores costos para las transacciones transfronterizas y remesas. Finalmente, en jurisdicciones con estrictos controles de capital, las stablecoins brindan a los usuarios un mecanismo para manejar y mantener su valor fuera de las restricciones regulatorias gubernamentales.
PXO la stablecoin que impulsar la estabilidad financiera digital
En un mercado regional dominado por stablecoins ancladas al dólar estadounidense, un PXO, emerge con una propuesta local: una moneda digital vinculada al peso mexicano (MXN). Desarrollada por un equipo local, que busca capitalizar la creciente adopción de criptoactivos en el país y ofrecer una herramienta de estabilidad diseñada específicamente para el entorno económico mexicano.
La propuesta de valor de PXO
PXO se presenta como una stablecoin que mantiene una paridad de valor de 1:1 con el peso mexicano. La principal finalidad de este tipo de activo es fusionar la estabilidad de una moneda fiduciaria con las ventajas operativas de la tecnología blockchain, como la velocidad, la transparencia y la programabilidad de las transacciones. Al enfocarse en el peso mexicano, PXO apunta directamente a facilitar: Transacciones y pagos domésticos, rampas de acceso y salida (On/Off-Ramp), remesas y comercio transfronterizo.
Tecnología y respaldo
Según la información disponible, PXO ha sido diseñado para operar en redes blockchain que permitan una alta escalabilidad y bajas comisiones. Un aspecto crucial de cualquier stablecoin fiduciaria es la garantía de su colateralización. PXO se adhiere al modelo de respaldo tradicional, asegurando que cada token emitido esté totalmente garantizado por una reserva equivalente de pesos mexicanos mantenida en cuentas bancarias. La transparencia y la auditoría de estas reservas son fundamentales para generar confianza entre los usuarios y mantener la paridad de 1:1.
